Cómo sujetar una hamaca a la pared

La gente suele pensar en las hamacas como un objeto para relajarse en el exterior. No obstante, es posible colocar una hamaca dentro de casa y disfrutarla todo el año, pues no dependerás de la temperatura ni de si hace o no hace sol. 

Además, las hamacas son muy cómodas, te pueden ayudar a relajarte sin notar presión en tu espalda. Incluso, puedes dormir en ellas si escoges modelos que te permitan estirarte.

Mientras estén bien ancladas, las hamacas se pueden colocar en casi cualquier parte de tu casa. Asimismo, si no te apetece hacer agujeros en las paredes, también puedes usar soportes.

Tipos de anclajes para sujetar hamacas

Los herrajes de resistencia elevada como pernos de ojo o ganchos en S, se usan como puntos seguros de anclaje en vigas de pared, techo y postes. La suspensión de anclajes necesitará de un trabajo previo, deberás encontrar soportes seguros en tu casa y tener cuidado al instalar los anclajes. Lo ideal es sujetar las hamacas en vigas o muros de carga macizos, puedes usar un buscador de pernos para facilitarte la tarea.

También puedes comprobar el sonido que hace la pared al picar con los nudillos: si el sonido es sordo, lo más probable es que se trate de una pared gruesa, pero si el sonido es hueco, entonces se tratará de un tabique. 

Para casas antiguas con una estructura que ya no soporta tanta carga, hay ganchos especiales. Estos distribuyen el peso entre varias perforaciones y así disminuyen la carga de la pared.

Las cadenas son materiales de suspensión seguros y resistentes que se ajustan fácilmente cuando se utilizan ganchos en S. Además, las cadenas de metal no se suelen desgastar con el paso del tiempo.

Las cuerdas que son gruesas y grandes también pueden servir para colgar una hamaca en el interior. No obstante, se deben atar con nudos especiales. Si no sabes hacer nudos especiales, es mejor que uses cadenas.

Pasos previos para colocar una hamaca

Para colgar una hamaca a la pared necesitarás: la hamaca o silla, la cinta métrica, el taladro, las cadenas o cuerdas, un buscador de pernos, dos soportes de fijación por correa o pernos de ojo, conectores (mosquetones o en S), tornillos grandes para un mejor agarre y un lápiz para marcar donde perforarás.

Una vez tengas los materiales, deberás ver que tienes el lugar ideal. Piensa que una hamaca es un objeto para relajarse, leer o realizar actividades tranquilas. A no ser que sean hamacas infantiles, deberás buscar estancias en las que crear espacios de relajación.

Además, estas deberán contar con suficiente espacio para estirar la hamaca. La altura de la sujeción debe ser aproximadamente la mitad de la distancia de sujeción. Para las sillas colgantes, se debe calcular que estas deben estar como mínimo a 200-220 cm del suelo.

Las hamacas deben tener una forma de plátano o media luna, por lo que deben quedar holgadas. No obstante, si se trata de una hamaca con barras en los laterales, esta debe permanecer tensa.

Cómo colocar una hamaca

Cuando hayas elegido el espacio para colgar tu hamaca deberás:

  • Marcar el punto exacto donde colocar la sujeción de la hamaca una vez analizada la resistencia de las paredes.
  • Usar un taladro con una broca pequeña para perforar el agujero.
  • Medir y marcar la distancia entre los dos puntos de anclaje. Deberás ver cuánto mide tu hamaca y a qué distancia quieres que esté del suelo.
  • Marcar el segundo orificio de anclaje.
  • Colocar los soportes de fijación con tornillos de alta resistencia para que queden bien adentro de la pared o usar los pernos de ojo. 
  • Atar la cadena o las cuerdas a los nudos o lazos del extremo de la hamaca para conseguir su longitud deseada.
  • Enganchar estas cadenas o cuerdas al soporte con conectores, nudos o mosquetones.
  • Ajustar la longitud de la suspensión para conseguir la altura y la curva deseadas para la hamaca.

Si tienes vigas en tu casa, ya sean de madera o hierro; colgar la hamaca te será más fácil y barato. Las vigas normalmente ya están a una altura considerable, por lo que solo tendrás que ajustar la hamaca con las cuerdas.

Para que no se desgasten las cuerdas, es aconsejable cortar un pedazo de tela de ropa que ya no uses y colocarla entre la viga y la cuerda. Este mismo proceso es recomendable para colgar sillas hamacas colgantes.

Soportes para hamacas

Como ves, colgar una hamaca es un proceso relativamente fácil. No obstante, se deben tener en cuenta las capacidades de los muros para no producir daños estructurales en los hogares.

También existen soportes que permiten colocar las hamacas sin necesidad de taladrar paredes. Estos soportes suelen ser de madera o de acero. La ventaja de ambos es que son atractivos y permiten situar las hamacas donde se quiera.

Si planeas cambiar frecuentemente tu hamaca de lugar, es recomendable que uses un soporte de acero con acabado pulverizado, ya que pesa menos que un modelo de madera y es más fácil montarlo y desmontarlo.

Si prefieres un diseño fijo y elegante, la madera ofrece muy buenos resultados y es un material de calidad. Es recomendable comprar maderas con certificados FSC para garantizar un manejo sostenible de los bosques.

Todos los soportes están pensados para ser montados de forma intuitiva y disponen de instrucciones de instalación comprensibles, por lo que no son complicados de instalar.

Cuidado de las hamacas

Las hamacas suelen poderse lavar en lavadora a 30 grados en un programa para prendas delicadas. No obstante, es conveniente atar los hilos de los cordones de sujeción para evitar que se enreden. Si tienen cojines, los rellenos también deben retirarse previamente de las fundas.

El algodón orgánico es uno de los mejores materiales para las hamacas, pues se cultiva siguiendo principios ecológicos. Para ello, no se utilizan pesticidas ni fertilizantes químicos. Lo que es perfecto para personas que sufren de alergias a los productos químicos y todas aquellas que buscan tejidos más suaves y cómodos. Además, el algodón es un material mucho más recomendable para exposiciones directas al sol, pues no se decolora. 

Otros tejidos sintéticos como el nylon también son muy populares. Estos son muy ligeros y nos absorben la humedad. Además, las hamacas de nylon tienen buena tolerancia a temperaturas extremas y suelen ser más baratas que las de algodón. No obstante, su tacto no es tan agradable.